
FRANCISCO
REGALADO
FRANCISCO
REGALADO
FRANCISCO
REGALADO
FRANCISCO
REGALADO
FRANCISCO
REGALADO
FRANCISCO
REGALADO
FRANCISCO
REGALADO
ARTURO
DIB
ARTURO
DIB
ARTURO
DIB
PRODUCCIÓN
PRODUCCIÓN
PRODUCCIÓN
PRODUCCIÓN
PRODUCCIÓN
PRODUCCIÓN
PRODUCCIÓN
Manuela de Laborde
SERVICIOS


Diana Raegui y Amanda Bobadilla, noviembre 2021
Espacios latentes pone en diálogo las piezas de Diana Raegui y Amanda Bobadilla.
La exposición se compone de piezas elaboradas en la residencia que tuvieron en TAJO
y de algunos trabajos previos, es en estos que se pueden observar que en ambas hay
una inquietud por desarrollar la interrogante por la representación del espacio.
Raegui —mediante el dibujo— centra su mirada en flores y plantas para generar una especie de cartografía de esos elementos; de manera tangencial al ver esas piezas podemos pensar en algún mapa de un territorio imaginario en el que algo pasó o pasará; el dibujo se despliega como un mapa de la observación de Diana.
Las acuarelas de Bobadilla parten de vistas aéreas de Google Maps. A manera de un tipo de deriva digital, Bobadilla elige espacios en los que Google Maps no marca ningún tipo de calle y los dibuja con acuarela. Las manchas de acuarela van conformando esos lugares que en la visión de Google están comúnmente pixelados pues no hay nada que ver ahí, no obstante los dibujos —a partir de manchas— de Bobadilla hacen pensar que efectivamente ella se pudo encontrar ahí, que sí hay algo que observar y registrar. Atrapados por las transparencias y el formato pequeño de las acuarelas y mirando atentamente no damos cuenta de la existencia de un dibujo en bajo relieve; éste, describe un tipo de trayectoria, de mapa, que no se queda exclusivamente en el dibujo con acuarela, sino que sale de él y traza otro espacio en el papel.
Estas inquietudes espaciales que encuentran cabida mediante el uso del lenguaje gráfico toman salidas totalmente diferentes en las piezas que elaboraron en su estancia en TAJO.
En la propuesta de Raegui podemos notar cómo la inquietud temporal toma forma en la elaboración de vaciados de resina. Conserva el motivo de las flores en estas piezas para mostrarnos un despliegue espacial del paso del tiempo: tres momentos en el desarrollo de una flor conviven en un sólo espacio. El tiempo y su paso se hacen materia en la propuesta de Raegui, se hace manejables, como en los sueños; dejan de tener una linealidad (pasado, presente, futuro) para ofrecernos imaginar algún espacio en donde esos tres estados se encuentran en su instante.

Díptico fotos grandes
Diana Raegui
Serie aqua
Impresión digital sobre papel metalizado
y laminado brillante
22.86 x 12.7 cm


Díptico fotos chicas
Diana Raegui
Serie aqua
Impresión digital sobre papel metalizado
y laminado brillante
12.7 x 7.62 cm


Simbiosis
Diana Raegui
Lápices de colores sobre bastidor de madera
30 x 30 cm
En los trabajos elaborados por Bobadilla está presente también la manejabilidad, pero ésta está de manera explícita para el público. Amanda elabora tres libros de artista en los que vierte sus inquietudes respecto al espacio y su significación a partir de distintas situaciones afectivas. Cada libro se abre generando una especie de tríptico que hace recordar a las ya casi en desuso guías Roji, a diferencia de estas los libros de Amanda Bobadilla tienen un peso y una materialidad que es imposible de ignorar puesto que están hechos de madera con
grabados en bajo relieve, en ellos se sigue observando la interrogante por la representación de espacios y la conexión afectiva que la artista guarda con ellos. Los libros parecieran ser una especie de exteriorización de la cartografía de espacios que alguna vez transitamos y en los cuales —muchas veces— se dieron acontecimientos relevantes, es así —por ejemplo— que la línea que conforma una palabra se desdobla de tal manera que genera un espacio; los espacios inciden en nuestra memoria como si de una talla xilográfica se tratase y nuestra afecciones las llenaran.

Es así que las propuestas de Diana Raegui y Amanda Bobadilla se hacen resonar unas a otras, y si bien las propuestas son distintas las piezas de ambas señalan un lugar a considerar hoy día: el tiempo y el espacio como materias con los que trabajar. Dos conceptos en las que invariablemente estamos inmersos. Conscientes de ello o no, nuestra vida se desenvuelve por espacios y temporalidades particulares, ¿Cómo es nuestra experiencia espacial?, ¿Cómo es nuestra experiencia temporal? ¿Es realmente homogénea para todxs (e inclusive para uno mismx)? El trabajo de Bobadilla y Raegui nos invita a percatarnos de lo latente, presente en nuestra manera de vivir nuestra extensión... nuestra espacialidad y temporalidad.
Isrhael Olvera
Artista Visual